SEGUNDO PARROCO (1961-1970)
FUNDADOR DEL SANTUARIO Y COMPLEJO EDUCATIVO MADRE DE LOS EMIGRANTES
Nacido en Rio Grande do Sul, el 23 de mayo de 1928, Adeline fue ordenado sacerdote en la ciudad de Dos Lajeados (RS) el 7 de diciembre de 1957, según una religiosa de la Congregación de San Carlos Borromeo, fundada por el beato italiano Juan el Bautista Scababrini (Padres Scalabrinianos). Fueron 54 años de ministerio fructífero. En la congregación, él llevó a cabo diversas actividades.
Su primera experiencia fue en Argentina, donde trabajó hasta 1972.
Llegó de Brasil, de donde era oriundo, y se hizo cargo de la parroquia, que funcionaba en una pequeña casita de la Av. Brown, en abril de 1961 a los 32 años. Joven dinámico , de sonrisa fácil, dicen los libros.
Como prueba de su dinamismo, dos meses después, en junio, estuvo, junto con superiores de la Congregación, en la Casa de Gobierno, agradeciendo al presidente Dr. Arturo Frondizi, la donación de un terreno para construir una iglesia (FOTOS).
Un año después, en abril de 1962 estaba inaugurando la escuela parroquial, solo un jardín de infantes, en una casa comprada con dinero de una donación específica. A partir de allí todos los años fue abriendo un aula nueva.
Su acción en el barrio lo describe bien una presentación de antecedentes
en la Legislatura de Buenos Aires donde dice textualmente “La Asociación
Catalinas Sur fue fundada en 1963 por un grupo de adquirentes de departamentos que
había empezado a construir la Comisión Municipal de la Vivienda en el año 1962
y como consecuencia de las dificultades que se generaron por el incremento de
las cuotas de integración, primer plan en la Argentina de indexación de las
cuotas que debían pagarse hasta la entrega de las viviendas prevista en un
plazo que oscilaba entre 18 y 36 meses a contar desde el primer trimestre de
1963.
Después de más de un
año de diálogo con la Comisión Nacional de la Vivienda, el Departamento
Ejecutivo de la Municipalidad y Legisladores del Consejo Deliberante y el apoyo
importante de los adquirentes de Las viviendas y de la Iglesia de los
Emigrantes, ubicada en esos momentos en Almirante Brown y de la mayoría de los
partidos políticos, se aprueba un plan de pagos y reprogramación de las cuotas.
Simultáneamente en el
diálogo mencionado y en comunión con la Iglesia de los Emigrantes se propone un
cambio en el desarrollo urbanístico del barrio, eliminando Centro Comercial previsto originariamente y
ubicando en ese lugar la futura Parroquia Nuestra Señora de los Emigrantes con
sus colegios primario y secundario y en el sobrante dejar una parquización”. Evidentemente todo un
trabajo silencioso y particular del
padre Adelino.
La parroquia empezó a
llenarse de gente, de familias a las que él iba a buscar tocando los timbres.
La escuela también agrupó a muchos padres, y se unieron también a él los integrantes de la Asociación Amigos de Italia cuyo presidente, Mayor Eduardo Olivero, tramitara la donación de la Imagen de la Madre de los Emigrantes y que tenían gran interés de construirle un Santuario. Olivero lo acompañó hasta 1965, en la gran cruzada de recaudación de fondos e incluso fue con él a Roma, donde el Papa Pablo VI bendijo la piedra fundamental.
La escuela también agrupó a muchos padres, y se unieron también a él los integrantes de la Asociación Amigos de Italia cuyo presidente, Mayor Eduardo Olivero, tramitara la donación de la Imagen de la Madre de los Emigrantes y que tenían gran interés de construirle un Santuario. Olivero lo acompañó hasta 1965, en la gran cruzada de recaudación de fondos e incluso fue con él a Roma, donde el Papa Pablo VI bendijo la piedra fundamental.
Pocos meses después
muere el Mayor Olivero y la conmoción e incertidumbre empezó a invadir a todos
los que con gran esfuerzo y ahínco trabajaban en este proyecto. Pero padre
Adelino los animaba repitiendo una frase muy contenedora: “CUANDO DIOS QUIERE
LAS OBRAS, BUSCA LOS HOMBRES Y TAMBIEN LOS MEDIOS”.
Y así encontró a Sallustro,
que con su equipo, hizo realidad el sueño de todos.
Una reflexión
particular: más allá de esto y pensando en una de las enseñanzas de Jesús en el Sermón de la Montaña narrada
por Mateo en 7, 15-20, “POR LAS OBRAS OS CONOCEREIS”, surge la pregunta si sin Adelino habría
terreno, obra, parroquianos, escuela, santuario ….? o seguramente si. Adelino fue un hombre de Dios y
seguramente los demás también, pero él, como cura párroco los buscó, los
encontró y los agrupó. De eso se trata.
A partir de 1975 trabajó en Sao Bernardo do Campo (SP), como vicario parroquial, respectivamente, en la Parroquia de San Juan Bautista y Nuestra Señora del Buen Viaje.
En 1985 fue trasladado a la región amazónica, llevando a la parroquia de San Sebastián en Ji-Paraná, Rondonia y del 15 de marzo de 1988, trabajó en Río Branco, en Acre.
Transferido en diciembre de 1990 en Londrina, Paraná, trabajó en el Centro de Pastoral de los Emigrantes, en julio de 1991, de la Parroquia de Nuestra Señora Aparecida.
Fue durante muchos años, a partir de marzo de 1997, párroco de San Mateo en la matriz de Guariba (SP), y antes de regresar a Río de Janeiro en diciembre de 2005, dirigió la parroquia de San José en Colonia La felicidad del Santa, en Curitiba (PR).
Padre Adelino es un testimonio para todos los que lo conocieron, sacerdotes y amigos. Llevaba con él una pasión por el amor divino y los migrantes. Misionó sus tres últimos años en Santa Cecilia, Parroquia San Pío X, desde el día 23 de noviembre 2008. Junto con el párroco, el padre Cesare Ciceri, ejerció una importante labor con los migrantes y las personas que trabajan en el mundo marítimo.
En vida fue un verdadero guerrero, y con el ejemplo de St. Paul, podría terminar su carrera con las palabras del apóstol: "peleada la buena batalla, acabada la carrera, ahora sólo espero la corona del Señor."
Murió en la madrugada del Miércoles, 04 de enero de 2012, el padre de Carlos Carli Adeline, de 83 años, párroco de la Parroquia de Santa Cecilia y San Pío X, el barrio de Botafogo, en Río de Janeiro.
Velado en la parroquia de Botafogo, con misa de cristiana sepultura presidida por el obispo auxiliar Pedro Cunha Cruz.. Sus restos descanzan en el pueblo de Euclides cementerio en la ciudad de Sao Bernardo de Campo (SP), donde ejerció el ministerio en el inicio de su camino sacerdotal .